Baki llama a la puerta de Kankurō y Temari. Kankurō abre para ver un Baki furioso, diciendo que Gaara había desaparecido, lo que causa gran conmoción en los dos. Kankurō abre la puerta donde Gaara descansaba para ver la habitación vacía. Al darse cuenta de que él se había ido, Baki llega hasta la ventana y se lamenta. Naruto vuelve a preguntar que Gaara estaba haciendo aquí. Gaara responde que quiere matarlo. Shikamaru luego empieza a ponerse nervioso y dice que Gaara no parece tener miedo y Shikamaru le sorprende que a Gaara no le importa estar bajo la posesión de sombra.