abstract
| - Ana Luisa Cid pertenece a uno de esos clásicos casos en que una persona que fue educada en los básicos principios científicos desvía su camino hacia la charlatanería y las pseudociencias. Gracias a la ciencia, Cid Fernández, comenzó a tratar el fenómeno OVNI con sano escepticismo. Incluso debatía con su padre, un asiduo del programa “Un mundo nos vigila”, conducido por Pedro Ferriz, padre. Ella le comentaba que quienes veían OVNIs en el cielo en realidad sufrían de "sugestiones colectivas o los testigos eran unos ignorantes". Sin embargo, en la Semana Santa de 1997, ocurrió el evento que haría que la maestra de escuela abandonara el escepticismo que la caracterizaba, el pensamiento crítico y la ciencia, para desviarse a lo más cómodo: creer sin evidencias físicas constatables. Según su página web, a las 21:00 hrs del Jueves Santo, iba con su esposo, sus dos hijos y su hermano en automóviles por una calle del Distrito Federal, cuando todos vieron una gigantesca luz plateada descendiendo del cielo. Al principio pensaron que era un avión derrumbándose. Extrajeron unos binoculares y, al observar detenidamente, se dieron cuenta que no era una nave convencional. A partir de ese momento, y sin investigar más a fondo lo que presenció, decidió empezar a creer en los OVNIs (en el sentido de naves espaciales no terrestres). ¡cómo negar que los ovnis existen!, escribió Cid Fernández en su página.
|