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| - Yii-Tang, en su idioma "el que castiga", es un extraño anciano que habita en el laberinto de túneles que se extiende bajo la tumba del emperador Pam-Wao. No sabemos nada acerca de su pasado, pero él mismo se considera el carcelero y en ocasiones verdugo de cualquier persona que llegue a sus dominios, porque según él todos son ladrones de tumbas y su deber es proteger la tumba del emperador. left|270px Su arma principal son unos extraños polvos con los que hace perder el sentido a sus víctimas. Luego procede a enterrarlas vivas, dejando desenterradas solamente sus cabezas, y por medio de algún método que nunca se nos es explicado las convence de que no hagan ningún esfuerzo por salvarse. left|270px Varias de sus víctimas han permanecido varios años así, alimentadas a mano por Yii-Tang y vig
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| - Yii-Tang, en su idioma "el que castiga", es un extraño anciano que habita en el laberinto de túneles que se extiende bajo la tumba del emperador Pam-Wao. No sabemos nada acerca de su pasado, pero él mismo se considera el carcelero y en ocasiones verdugo de cualquier persona que llegue a sus dominios, porque según él todos son ladrones de tumbas y su deber es proteger la tumba del emperador. left|270px Su arma principal son unos extraños polvos con los que hace perder el sentido a sus víctimas. Luego procede a enterrarlas vivas, dejando desenterradas solamente sus cabezas, y por medio de algún método que nunca se nos es explicado las convence de que no hagan ningún esfuerzo por salvarse. left|270px Varias de sus víctimas han permanecido varios años así, alimentadas a mano por Yii-Tang y vigiladas por dos enormes perros que no vacilan en devorar las cabezas de cualquier infortunado que quiera rebelarse. Cuando Kalimán llega a los dominios de Yii-Tang es sorprendido por los polvos del anciano y termina viéndose enterrado junto a Solín. right|270pxSin embargo Kalimán no acepta su condición de prisionero y pronto hipnotiza a los dos perros guardianes y los hace dormir. Luego se desentierra e hipnotiza a su vez a Yii-Tang, dejándolo inmovilizado mientras desentierra al resto de sus prisioneros. Kalimán y Solín logran escapar de los dominios de Yii-Tang sin que este pueda impedirlo, pero cuando el anciano lanza furioso a sus perros tras ellos, el resto de los prisioneros recientemente liberados se dan cuenta de que Yii-Tang ha quedado temporalmente desprotegido. Furiosos y sedientos de venganza, los antiguos prisioneros se arman con piedras y apedrean al anciano. Categoría:Personajes Categoría:Personajes de El Terror Chino
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