Cuando era una niña, Sally Melenablanca vio a su familia sucumbir a causa de la terrible peste de no muerte durante un viaje por el norte de Lordaeron. Ella se vio forzada a acabar con sus padres y hermanos cuando éstos se convirtieron en esbirros de la Plaga, algo que la dejó atormentada por la culpa y la rabia. Desde entonces, la temible sacerdotisa sólo encuentra satisfacción y placer en una cosa: la destrucción de los no-muertos.
Cuando era una niña, Sally Melenablanca vio a su familia sucumbir a causa de la terrible peste de no muerte durante un viaje por el norte de Lordaeron. Ella se vio forzada a acabar con sus padres y hermanos cuando éstos se convirtieron en esbirros de la Plaga, algo que la dejó atormentada por la culpa y la rabia. Desde entonces, la temible sacerdotisa sólo encuentra satisfacción y placer en una cosa: la destrucción de los no-muertos.