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| - thumbUn silencio espectral inundaba la sala, y entonces su voz se alzó aún más fuerte de lo normal, retumbando en todas las paredes… “¿Por qué?”… Esas fueron las únicas palabras que salieron de sus labios… No obtuvo respuesta, el silencio continuó. Luego de un rato de puro silencio volvió a hablar: “Por favor, dígame, no le pido que me cuente cómo, dónde, cuándo ni quién, sólo quiero que me diga ¿Por qué?” Seguía sin respuesta, el silencio se hacía más cansador, más molesto, más odioso. Gotas caían de su frente, estaba muy estresado y también cansado… sólo quería saber el porque de todo lo que pasó, es algo bastante fuerte para alguien que perdió sus sueños, para alguien que perdió a su ángel, sin embargo, él se mantenía firme frente a la persona que odiaba… pasaron unos minutos y el silencio seguía, en ese momento decidió romperlo por tercera vez, “Señor, usted ha asesinado a mi ángel, no lo denunciaré, no le golpearé, no le haré nada, porque no tengo las fuerzas para eso, sólo le pido que me responda a mi pregunta… ¿por qué?”. Mientras pronunciaba estas palabras unas gotas caían lentamente de sus ojos, esas gotas que te pintan la cara de tristeza y que le demuestran al mundo que no estás bien, esas gotas llamadas “lágrimas”… estaba llorando. El silencio continuaba, y se hacía cada vez más insoportable, y más aún para ese pobre hombre, que todavía sentía las manos de su ángel sobre su rostro, y sus labios posándose lentamente en los de él, lamentablemente, él todavía los sentía. Su dolor se hacía más grande con el paso de los segundos, cada momento era un nuevo recuerdo de él con su ángel, su voz retumbaba una y otra vez en su cabeza, esa voz seductora que nadie más tenia, la inconfundible voz de su ángel. Entonces, en medio de su llanto gritó “¿¡Por qué lo hiciste!?” el sonido retumbaba fuertemente en la habitación… y, otra vez… silencio, ese silencio tan odioso que hace que te calles y pienses en los peores momentos de tu vida, momentos… los que pasó con su ángel, esos eran en los únicos en los que pensaba. Cada vez estaba peor, esos recuerdos… lo destrozaban lentamente… entonces rompió en llanto, después de todo ¿quién no lo haría luego de ver a su ángel morir? Dudo que tú no llores en ese momento. Las horas pasaban y lo único que se escuchaba eran las preguntas y el llanto de aquel hombre... Empezó a gritar “¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!?” mientras se golpeaba contra la pared y lloraba, ya no tenía más cosas que hacer, había perdido lo poco que le quedaba de cordura, había perdido a su ángel.thumb Entonces otra vez se alzó potente contra los llantos y los gritos del pobre hombre, una voz grave, poderosa, “Yo la maté porque debía hacerlo”. El hombre cesó sus gritos y llantos y dijo, furioso “¿A qué te refieres con eso?”, la respuesta lo sacó de quicio, “Me refiero a que no merecía vivir, abre tus ojos, James, reconoce a tu amigo”. James se levantó y caminó violentamente hacia su tal “amigo”, lo tiró contra la pared y la manchó con la sangre del que asesinó a su ángel. “Listo preciosa, mi ángel, ya acabé con él, todo lo hice por ti, por lo que te hizo, mi ángel, sabes que te amo”. Fueron esas las palabras que salieron de su boca con gran euforia, estaba bastante feliz, había vengado a su ángel, y en ese mismo momento escuchó una voz “Gracias…”. James le respondió “Es placentero escuchar tu voz mi hermoso ángel, te amo”. Pasaron unos minutos de puro silencio, se había quedado sin palabras, otra vez el silencio lo sofocaba. Luego de un largo rato, un destello de luz se alzó sobre James, ahí estaba su amada, su ángel… “Ven conmigo querido” fue dicho. Él fue con ella, fue con su ángel, luego de tanto tiempo volvían a estar juntos, o al menos eso creía. Al tomar la mano de su amada, James soltó un grito desgarrador y cayó al suelo y durmió para no despertar jamás. Categoría:Ángeles Categoría:Mentes trastornadas Categoría:CO
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